Aquella noche, Sofie y yo dormimos durante diez años, y por la mañana las cosas empezaron a ponerse serias.
Mírame bien imbécil, si estoy así es porque soy capaz de todo. Y ahora discúlpate.
Puedes arañar, te queda la otra mano.
Idiota, dame la caja.
Bésame, ¿capaz?
Capaz.
He dicho que me beses.
Bésame. Quiéreme.
Capaz.
¿Esto es un juego para ti?
No, una apuesta. La propusiste tú.
Pues si lo hice no la has cazado al vuelo. Pobre bobo, vas a perder el autobús.
Y por fin hubo que crecer. Cuando eres un crio eres tan ingenuo que crees que se crece poco a poco. ¡Y una mierda! Es como un tortazo. ¡ZAS!
(8)... La Vie en Roso. Edith Piaf